Mis nietecillos, Tete y Queco, son dos muchachitos, de ocho y de dos tres años, lindos como dos soles en el orto, que empiezan su andadura por la vida. Son dos muchachos que presentan todas las insuficiencias naturales de la edad. Pero, por encima de sus limitaciones, propias de los años, muestran una inteligencia que les hace que a veces parezcan rancios y añejos, porque sus acciones y reflexiones parecen fruto de personas mayores.
«Las Aventuras de Queco y Tete» nos cuentan las travesuras de Fernando y Álvaro, los dos nietos de Leonardo, que, como todos los niños, tienen pensamientos y decisiones imprevisibles y sorprendentes, a sus años, travesuras que nos hacen son reír aunque sus padres hayan de ponerse, a veces, serios con ellos.Pero nosotros tenemos que sonreír porque la agudeza de los niños nos sorprende.
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Me ha encantado tu novela.